miércoles, 17 de marzo de 2010
martes, 9 de febrero de 2010
Churumbel en el FITI
lunes, 28 de diciembre de 2009
Nota del diario La Nación: "Un año difícil con propuestas interesantes", por Ruth Mehl (26/12/09).
Con el corte violento que el problema de la gripe A le produjo a todo tipo de concentración social durante el invierno, los proyectos de espectáculos planeados para los niños en su gran mayoría sufrieron, además de bastantes fracasos y desalientos, bajas, cambios de fechas y de salas, reducción de funciones. Fue prácticamente imposible abarcarlos y, por eso, es muy difícil tener un panorama integral de la temporada. Como en esos juegos infantiles de "toco y me voy", el teatro para niños se asomó, jugó un poco y se fue pronto. Esto ocurrió inclusive con las grandes producciones extranjeras, representantes de programas de la televisión, que pasaron fugazmente por algunos escenarios.
De todos modos, más allá de los resultados económicos o de las cifras de taquilla hubo señales interesantes y una búsqueda de nuevas propuestas.
En lo que respecta a la dramaturgia, varias producciones se originaron en fuentes poco frecuentadas hasta el momento. Al casi siempre presente material de María Elena Walsh (una excelente Doña Disparate y Bambuco ) se agregaron obras inspiradas en textos de Luis Pescetti ( Moc y Poc, Frin, Aguante Natacha ), o los personajes de dos tiras cómicas: de Liniers ( Una historia macanuda ) y de Nick ( El show de Gaturro ). Por su parte, los textos de Lewis Carroll aparecieron rescatados desde nuevas percepciones (la original Tres para el té, Alicia Rock, Alicia en el país de las maravillas ).
Entretanto, el público mayor de 10 años se encontró con una recreación bastante ajustada de lo que era el "teatro de papel", en una interesante versión de Galileo .
Al comienzo de la temporada, Hugo Midón y Carlos Gianni presentaron Playa Bonita , un musical realizado totalmente con egresados de su escuela. Y también en los primeros meses del año, Héctor Presa estrenó Bolsillitos , en el que las complicadas relaciones entre hermanas se miran desde cerca y con cariño.
La música se hizo presente con Mirlitón , de Los Musiqueros, en el Teatro Nacional Cervantes, mientras que Manifonías , en el mismo teatro combinó con los títeres un juego musical de humor.
Los títeres apuntaron alto con una nueva versión de Pinocho , de Libertablas, y con la reposición de El ruiseñor , de Eva Halac. Y en teatro negro, La Luna de Oriente , y Circo Focus Bogus , lograron captar a plateas de todas las edades, con estéticas totalmente diferentes.
Salas y gruposEl Museo del Títere, en San Telmo; y La Galera Encantada, en la calle Humboldt y en el Museo Larreta, sostuvieron podría decirse que heroicamente una programación continuada, con un resultado desigual en cuanto a concurrencia, pero con esa porfía de seguir estando para los niños. Algo similar ocurrió con el Museo Viajero, en el Parque Saavedra que, a pesar de todo, se animó a estrenar.
Aislados, solitarios, pero de todos modos desafiantes: Cuentos animados (unipersonal de un clown con ilustraciones dibujadas sobre la pantalla a medida que transcurre el relato, a cargo de Daniela Fiorentino y Marcela Rapallo), Galileo (en teatro de papel), y Cantata de Pedro y la guerra , (para adolescentes) buscaron algo nuevo, en técnicas, estéticas y contenidos. Casi no corresponde evaluar la temporada por su calidad o éxito. El sentimiento que deja este año tan especial, es que, al menos en Buenos Aires, el teatro para niños sigue siendo parte de la vida activa de la sociedad, casi una necesidad de chicos y grandes y también de los artistas que en el espectáculo infantil encuentran un terreno valioso para expresarse.
martes, 24 de noviembre de 2009
lunes, 19 de octubre de 2009
FUNCIONES OCTUBRE Y NOVIEMBRE
jueves, 15 de octubre de 2009
Nota Diario Clarín, Suplemento Espectáculos, Sábado 10/10/2009

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Por Laura Gentile
Una niña con pelo enmarañado del que cuelgan estrellas. Otra, recostada, caída en un sueño profundo a punto de convertirse en flor. Una letra mágica (la famosa "plapla" de María Elena Walsh) que salta y baila entre los renglones. Un sapito que sueña ser árbol. En Cuentos animados, la actriz, Daniela Fiorentino narra historias y leyendas populares argentinas mientras que una artista plástica, Marcela Rapallo, realiza dibujos digitales en vivo con lápiz óptico, que proyecta sobre la pared.
El resultado es tan bello, tierno y gracioso que dan ganas de ver la obra varias veces.
"A mi me encanta dibujar -asegura, ni bien aparece en escena, la talentosa actriz y clown-, dibujo todo, a mi familia, las nubes, un arbolito, una casa, todo". Entonces propone realizar un viaje a través de su cuaderno de dibujos.
Detrás de ella, proyectado en la pared, un mundo gira y ella lo detendrá en cada futuro destino. "Vamos a ir al barrio de mi amiga Margarita, el charquito donde vive el sapo Tito -adelanta-, a Santiago del Estero..."
Cada relato está apuntalado, contrastado, potenciado por los dibujos de Marcela. Por ejemplo, mientras la actriz relata la historia de su amiga Margarita -cuyo pelo mide dos cuadras de largo y cuya familia se turna para peinarla-, las hebras de cabello crecen y se alargan debajo del peine que ella maneja. Como la realización es impecable todo fluye poéticamente. El efecto especial funciona y fascina a chicos y grandes.
A veces la actriz se mete dentro del dibujo, como cuando sus brazos se estiran formando las ramas del árbol. Otras, el dibujo se marca sobre su cuerpo como cuando le hacen una bicicleta. En ocasiones ella baila con la imagen. O le crecen alas de mariposa en la espalda.
Hay momentos preciosos, como el de Margarita en la noche con su pelo enmarañado que enreda las estrellas. O emocionantes, como el de la leyenda del Huiñaj, el árbol con las flores amarillas de las que caen lágrimas como pequeños ríos. Alegres y energizantes, como cuando aparece "
Y hasta de miedo, como cuando conocemos a Liliana, una amiguita suya que no sabía compartir nada con nadie. Su historia nos lleva a un mundo de murciélagos, arañas, florcitas carnívoras. A un bosque donde hay una puerta blanca y una voz que la llama: "Ven Liliaaanaaaa, conoce tu futuuuro". Y el dibujo se va acercando hasta mostrar un espejo con anciana llorando. "No quiero que ése sea mi futuro, porque no tengo amigos", reflexiona Lilianita.
Y si Marcela Rapallo aporta belleza con cada una de sus imágenes, Daniela es graciosa, dúctil y muy lúcida para responder las acotaciones infantiles. Juntas son dinamita.«